Como todas las demás especies, utilizamos el estrés como un sistema de defensa que nos protege de estímulos desconocidos.

Las situaciones desconocidas activan nuestro cerebro medio con todos sus instintos de supervivencia, y nosotros respondemos como todas las demás formas de vida.

Tenemos los mismos mecanismos:

Tememos lo desconocido y nos activamos químicamente para enfrentar lo que nuestro cerebro no puede predecir y lo que no nos es familiar desencadena nuestras respuestas de supervivencia.

Los seres humanos comparten esta respuesta con muchas formas de vida, pero debido a nuestro cerebro expandido y a nuestras estructuras sociales avanzadas, experimentamos tipos muy diferentes de estímulos ambientales y respuestas conductuales estresantes.

Como humanos, estamos sujetos a tres categorías de Estrés:

físico, químico y emocional/psicológico.

> El Estrés físico incluye acontecimientos como un accidente, una caída, una lesión debida a un exceso de esfuerzo y la exposición a condiciones ambientales como el calor o el frío, la comida, el agua, la falta de sueño . . .

> El Estrés químico está representado por alérgenos, toxinas, contaminantes, pesticidas, metales pesados. .

> El Estrés emocional/psicológico incluye preocupaciones relacionadas con la familia, el juicio, el dinero, la carrera, el amor, una pérdida, un luto . . . 

 

Las amenazas no físicas que enfrentamos son más complejas y no se pueden abordar fácilmente con la respuesta "lucha o huida" como los riesgos que enfrentan los animales.

Las tensiones físicas, químicas y emocionales/psicológicas a las que nos enfrentamos los humanos también se distinguen por otra razón.

Los animales casi siempre se enfrentan a una forma de estrés agudo con un ataque repentino y una solución rápida.

En estas situaciones de estrés agudo, el cuerpo del animal entra en estado de alerta y al final de la lucha vuelve al equilibrio homeostático, por lo general en cuestión de horas.

Los humanos tendemos a vivir en estas situaciones de Estrés crónico.

Nos preocupamos, anticipamos,razonamos,reprimimos,racionalizamos y hacemos compromisos en diferentes situaciones

Con billones de conexiones neuronales, somos tan capaces de recordar que podemos activar una respuesta de estrés sin que la causa esté directamente presente.

El simple hecho de pensar en el agente de estrés crea la respuesta de estrés en sí.

Nuestro cuerpo no está diseñado para manejar el estrés a largo plazo y por lo tanto puede experimentar patologías más o menos graves

 

>> Las dos respuestas al Estrés <<

Respondemos al estrés de dos maneras: neurológica y química

> La respuesta neurológica, más inmediata: en ella el Sistema Nervioso Autónomo se activa en base a algo real o imaginado presente en nuestro ambiente y transmite la información directamente a través de la columna vertebral y los nervios espinales los nervios periféricos que están más inmediatamente conectados a las glándulas suprarrenales que producen Adrenalina (o Epinefrina) que entra inmediatamente en el torrente sanguíneo.

Todo esto sucede en cuestión de segundos.

> La respuesta química, más lenta: cuando tenemos una reacción a un agente estresante, nuestro cerebro activa diferentes redes neuronales a través de diferentes sistemas.

Los productos químicos de la vía lenta se producen a través del eje Hipotálamo/Hipófisis/glándulas periféricas

 y su actividad puede tardar minutos, pero también horas en manifestarse.

Esas redes neuronales envían una señal al hipotálamo (sede de la memoria) y las sustancias químicas crudas se transforman en péptidos, mensajeros químicos que indican al cuerpo que se activa de alguna manera. 

En esta respuesta el péptido producido se llama factor de liberación de la  hormona corticotropina.

Cuando esta hormona se libera envía un mensaje a la glándula pituitaria,

o Hipófisis, que produce otro péptido químico llamado Hormona adrenocorticotrópica

El mensaje químico enviado por la Hipófisis llega a las suprarrenales y estimula sus células para producir diversas sustancias químicas (glucocorticoides), en particular el Cortisol, conocido también como hormona del estrés, que modifican aún más el orden interno del cuerpo.

Por lo tanto, todos los cambios en el equilibrio químico del cuerpo durante el estrés se deben a la liberación de Adrenalina y Cortisol por las suprarrenales.

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>>> Los niveles elevados y prolongados de Cortisol en el torrente sanguíneo, como los asociados con el Estrés Crónico, han demostrado tener efectos negativos en todo el organismo:

 

Alteración de la memoria y de la atención

(daño a las neuronas del Hipocampo incluso en la edad joven)

Alteración de la función tiroidea

Desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre (hiperglucemia, diabetes)

Disminución de la densidad ósea (Osteoporosis)

Disminución del tejido muscular

Aumento de los niveles de colesterol (Hipercolesterolemia)

Hipertensión arterial

Trastornos del sueño

Cambios de humor

Disminución de las defensas Inmunes

Respuesta inflamatoria alterada

Sobrepeso y Obesidad

 

>> Los estudios realizados muestran que después de un Estrés en una persona joven se mantienen niveles elevados de Cortisol durante 60/120 minutos,

mientras que en una persona de edad avanzada 3 veces más 180/360.

Es por eso que a menudo en los ancianos los niveles basales de Cortisol son en promedio más altos y es la razón de la menor eficiencia que una persona mayor muestra al manejar una situación de Estrés.

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>>>N.B.<<<

Terapias con medicamentos de cortisona (corticosteroides) de larga duración pueden causar los mismos efectos que el estrés en el cuerpo

ya que la cortisona es una variante sintética del Cortisol.

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Es importante tener presente, especialmente en mi investigación como Naturópata, que la percepción de eventos y situaciones estresantes es individual,

en el sentido de que depende de nuestra historia genética, de nuestra escala de valores personal, de la capacidad de estar en contacto con nuestras emociones,  las experiencias que hemos tenido y los comportamientos que hemos llevado a cabo a lo largo de nuestras vidas.

Estas consideraciones son la base para crear un camino estratégico personalizado, restaurar el equilibrio en todo el sistema y lograr

el Bienestar Global ideal.

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